18.7.11

Harry Potter y yo

Una mirada al espejo de Oesed
Harry Potter y yo


No me gustaba leer. Si no fuera por los libros mensuales de la escuela, jamás hubiera tomado un libro. No es que la lectura per se me disgustara, simplemente la trama de los libros me era indiferente. Si bien llegué a valorar tres libros (los cuales todavía conservo), ninguno me inspiró a la lectura. Fue por ello que cuando una vecina me regaló en la fiesta de mi primera comunión lo que parecía un libro decidí desecharlo inmediatamente. Por amabilidad lo abrí y puse la típica cara de agradecimiento. Sin embargo algo en la portada me hizo verlo detenidamente. Hasta la fecha no sé que es pero la portada siempre me ha transmitido algo mágico, valga el cliché. Tal vez sea la acuarela de Dolores Avendaño, las estrellas, la media luna, el unicornio o el niño con una capa roja y una escoba voladora, no lo sé. Comenzando las vacaciones, a mis doce años y seis meses comencé el libro que desataría al lector dentro de mi.

No podía parar. Una semana después arrastraba a mi papá a la librería más cercana (a eso de media hora en carro) para adquirir el segundo y ¿porqué no? el tercer libro de la saga. Los devoré en otra semana. Jamás había leído tanto y tan rápido en mi vida. En mis sueños tenía castillos, pasillos ocultos, varitas mágicas, animales extraordinarios y, sobretodo, magia. Sabía que era demasiado tarde para mi pero anhelaba que una lechuza se apareciera en mi casa y me dijera q se había retrasado un año pero que ya estaba ahí para llevarme a Hogwarts.

Con ciertas dificultades ya que el cuarto libro apenas había salido en las librerías hacía tres meses, conseguí el libro más grande que había tenido en mi vida; no era la Biblia y no era de la escuela. ¿Lo peor? Estaba dispuesta a terminarlo. Me llevó cuatro días, no podía dormir sin dejar de pensar en Harry Potter, el quidditch, el torneo de los tres magos, las maldiciones imperdonables, el P.E.D.D.O y, finalmente, el regreso de El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado. Era una obsesión que no podía compartir con nadie, porque era la única que conocía la existencia de los libros. Ni siquiera mi hermana se había dignado a leerlos. La magia de Hogwarts sólo estaba para mi.

Antes no estaba tan pendiente de las noticias del mundo cinematográfico por lo que fue una gran, y no tan agradable sorpresa cuando vi los posters anunciando la primera película de la saga. No estaba preparada para regalar las imágenes creadas por mi imaginación a unos personajes de carne y hueso. Vi las primeras dos películas y, exceptuando algunos momentos, pasaron sin pena ni gloria por mi cabeza. Cierto que algunos personajes y escenarios fueron remplazados pero nada grave.

Mientras tanto mi búsqueda de fantasía literaria apenas comenzaba. Desde el Señor de los Anillos, Demian hasta Virginia Woolf. Todo lo que caía en mis manos lo leía. Muchos de esos libros siguen en mi corazón y me obsesioné con ellos por meses pero nada puede remplazar la sensación de que, después de dos años de espera, tenía el nuevo volumen de Harry Potter. Yo estaba decidida a esperar pacientemente unos meses a que saliera la versión en español pero unos días antes, discutiendo en un curso de verano con mis cuidadoras ocho años mayores que yo, decidí que no podía esperar más. Cuando vi una pila de libros azules, más grandes que el cuarto libro, con niños de la mitad de mi edad (14 años) gritando y tomando una o dos copias me abalancé y no solté mi ejemplar.

Que figura tan cómica he de haber sido en ese entonces. Cargaba un morral con tres diccionarios y un libro sin ninguna portada (le quité la cobertura para no maltratarla) a todos lados por cuatro días. Me fascinó el detalle que tenían las cartas (como si estuvieran escritas a mano), el dibujo de cada capítulo, las firmas, las expresiones; sobra decir que abandoné los tres diccionarios y me abrí paso, como pude, entre frase y frase. De algo me tendría que servir haber estudiando por ocho años inglés en mi escuela. Toda la trama se había vuelto más obscura, el peligro estaba por todos lados, el rechazo hacia Harry coincidía con mi adolescencia, Umbridge era la maestra más odiosa que había visto y la muerte de Sirius simplemente me llegó al corazón. Recuerdo que releí una y otra vez esa parte. Saque mis diccionarios olvidados en un rincón de la sala para traducir palabra por palabra. Aun así no cambiaba ese sentimiento de vacío; era como recordar que todos hemos perdido a alguien en nuestra vida y me diera cuenta lo mucho que duele. Compré la traducción unos meses después.

Momentos de las películas se quedaban grabados en mi mente. Cuarón había mostrado a unos perfectos dementores, un acertado Gary Oldman como Sirius y una excelente secuencia con el boggart en la clase del profesor Lupin. Mike Newell mostró un torneo de los tres magos espectacular y Ralph Fiennes como Voldemort se llevó toda mi admiración, no quería que esa escena terminara nunca. Cada cinta era una excusa para dejar cualquier libro que tuviera y comenzar a releer Harry Potter, uno tras otro. Nuevamente compré The Half-Blood Prince el día de su publicación en inglés, unas semanas antes del estreno de la nueva película de Harry Potter 5.

El libro lo terminé en dos días. Me quedo con memorables momentos de Harry como capitán, las divertidas evasiones de Slughorn y el romántico beso entre él y Ginny. Curiosamente, las lágrimas no salieron en la muerte de Dumbledore, donde había confusión y rabia, sino en el funeral. El verdadero viaje comenzaba. Tiempos obscuros se acercaban, no más Hogwarts, clases o exámenes; ahora si era un verdadero libro sobre el bien y el mal. Al mes siguiente saldría mi película favorita de la saga: Harry Potter y la Orden del Fénix. La obscuridad, las actuaciones y la adaptación del libro me fascinaron. El final donde Voldemort posee a Harry, la amé.

El 20 de julio del 2007 veía las noticias. Cientos de fans estaban esperando en las librerías a que dieran las 12 de la noche para tener en sus manos la última obra de Jo Rowling, la última parte de la saga que, de una forma u otra, había marcado nuestras vidas. Yo no iba a asistir, me conformaba con ver fervientemente cualquier noticia sobre el joven mago y su última aventura. Como a eso de las 10 mi papá me preguntó si quería ir. La verdad es que me daba pena estar formada a mis 18 años con una fans de un libro; un libro que significaba tanto para ellos como para mi; un libro que esperaba como si no hubiera nada más en el mundo; un libro, un libro. Claro, ¿porqué no? Viajamos 40 minutos a la librería más cercana y me formé con los de mi especie. Gritamos de emoción cuando nos daban los ejemplares, los abrazábamos como si pudiéramos leerlos con el tacto; algunos comenzaban a hojearlo, otros veíamos la portada sin poder creerlo. Me dormí con el libro esa noche y no lo abrí en todo el día siguiente. Podía sentir las páginas vibrar como un horrocroux, quería leerlo, necesitaba leerlo.

Ya en la noche me arropé en mi cama, instalé mi lámpara de noche y comencé la que sería mi última aventura de Harry Potter. Qué ridículo puede sonar eso ¿no? Pero supongo que si has leído hasta aquí es por alguna de dos razones: o esta muy interesante (o divertido) mi post o sentiste lo mismo que yo. La verdad es que por más referencias que hagamos no podemos explicarlo con palabras. No sabemos porqué nos fascinó tanto ese mundo; porqué nos identificamos tanto con alguno de los personajes; porqué queremos ir a Hogwarts; porqué queremos una varita mágica; porqué creemos en el andén 9 3/4; porqué creemos tan fervientemente en la magia del amor y el sacrificio, en la amistad, la lealtad y la confianza; porqué nos compadecemos del cobarde y sabemos que el injusto siempre precibirá castigo; porqué atesoramos momentos de los libros y, tal vez no nos gustan mucho, pero aun así amamos (y lloramos) en momentos de las películas ( y la reciente Historia del Principe). No sé que sentí aquél día que, mientras mi cuarto se iluminaba con la luz del día, yo terminaba mi libro de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte. ¿Fue felicidad inmensa por el digno final o una tristeza de vacío porque se había terminado? Sólo se que estaba satisfecha y feliz.

La traducción salió unos meses después. Luego, cuando cada nueva película se estrenaba yo releía cada uno de los libros. Era la excusa perfecta. Pero ahora se ha terminado. No más películas y, desde hace mucho, no más libros. Conforme pasaba la semana sabía que la locura potteriana se estaba diluyendo y que la terrible verdad de que tal vez no volvamos a vivir un momento así, cultural y socialmente hablando, esta cada vez más cerca. Sin embargo no siento tristeza, ni nostalgia. Como en miles de blogs, tumblr, twitter y facebooks escriben: Hogwarts siempre estará en nosotros y nunca nos abandonará. Cada 10 o 15 años (tal vez antes) encontraremos alguna excusa para releer, una y otra vez, los libros que marcaron nuestro crecimiento. Los compartiremos con las siguientes generaciones y de vez en cuando mostraremos nuestra vena potteriana a los escépticos, a los muggles que no creen en las aventuras, en el amor o en la magia. Como dijo una fan: cuando seamos mayores y hayamos aceptado la muerte como Ignotus, leeremos Harry Potter y mientras una lágrima surca nuestro rostro nos preguntarán:

"After all this time?"



Por acá la reseña de las películas de la 1 a la 7 p I y Las Reliquias de la Muerte P II

16.7.11

CARTELERA COMERCIAL (15 al 21 de Julio) Harry Potter y las Reliquias de la Muerte Parte 2

HARRY POTTER AND THE DEATHLY HALLOWS PART 2
Harry Potter y las Reliquias de la Muerte Parte 2 (2011)


14 años después de la publicación del primer libro y a 10 años del lanzamiento de la primera película me pongo a escribir sobre el ansiado final de una saga que marcaría a millones de niños, adolescentes y adultos amantes de la fantasía. Siendo un fan me es imposible separar la película de los libros y viceversa. Como explique, no muy detalladamente, en este post cada cinta ha tenido sus momentos, sus personajes y sus diálogos. Sin embargo, de una u otra forma siempre preferiré los libros (muy pronto un post lacrimógeno sobre los libros).

Del director David Yates encargado de la magnífica quinta parte, la casi perfecta luego destastre total sexta parte y la aburrida séptima p1, llega el final de la saga que comienza, sin preámbulos, la conclusión. Se podría decir que en realidad la 7 parte 1 y 7 parte 2 son una sola cinta con un intermedio innecesario de un año. Así que si no recuerdan nada del mundo del mago, basta con que observen la primera parte antes de ir al cine.

Como muchos esperaban esta última cinta ya no se concentra en diálogos complicados o fantasiosas teorías, es acción pura y violenta. Con la ayuda de efectos especiales que los dejarán sin habla en algunas escenas (tanto por el logro en animación como por la acción misma) y la edición rápida de Mark Day que sólo crea emotividad sin llegar a lo lacrimógeno (sólo cuando es necesario), esta cinta es trepidante; al menos hasta que llega la batalla final.

Así mismo la acertada y emotiva música de Alexandre Desplat y la obscura fotografía de
Eduardo Serra no sólo logra ambientar sin estorbar sino que logra enfatizar la sensación de peligro y aventura. También las logradas (y cortas) actuaciones de Maggie Smith como la Profesora McGonagall, Ralph Fiennes como Voldemort y el magistral Alan Rickman como Snape llevan a esta cinta a un lugar más allá de las expectativas. Lamentablemente el director nos demostraría, de nuevo, que no sabe manejar los cilmax y las conclusiones.

Por cuestiones de dinero o presión el final pareciera estar demasiado estirado. La batalla que nos fue negada en la sexta película aparece en ésta, lo que produce un alargamiento innecesario y anticlimatico del momento. Así mismo las innecesarias explicaciones de cosas que sólo los fans comprendemos (la inclusión del hermano de Dumbledore) parecieran estar ahí sólo para complacer y callar las críticas afectando de manera contraproducente la cinta.

No negaré que esta cinta emociona, mucho más a los fans, por ciertas secuencias y diálogos que esperábamos oír. Sin embargo se siente algo mal en ella. Como fan sé que el mensaje de la escritora quedó perdido entre un rayo verde, rojo, personajes muertos sin darles un poco de honor, la maldad personificada abrazando a alguien (WTF?), una batalla final donde juegan a las escondidas y las reliquias de la muerte, del título, olvidadas. Para los no fans y simples seguidores (muggles) creo que la batalla es inconexa y puede resultar aburrida.

Más allá del épico final que esperábamos ver en las salas de cine quedo algo raro que nos quedó a deber. Las expectativas y unas memorables secuencias que incluyen a un redimido Alan Rickman (secuencia lacrimógena segura) y el ansia por ver lo que sería la conclusión de una saga que fijó el rumbo de muchas vidas (cursi pero cierto) paga el boleto. Harry Potter 7 parte 2 es una (casi) digna conclusión, por lo que me lleva a pensar que los aplausos del público en los créditos se debe más a la trayectoria del joven mago que a la cinta en si.

Muggles abstenganse de burlarse de nosotros con las capas, varitas, bufandas, símbolos, etc; la saga terminó y necesitaremos una nueva excusa para volver a leer los libros (por décima vez) pero como digo J.K. en la alfombra roja "Hogwarts will always be there to welcome you home". Amén.

Ahora fans sujetense las capas y recuerden en el siguiente video estos 10 años de su vida que estuvieron sumergidos en un mundo mágico donde todo es posible.

10.7.11

ESPEJO DE FICCIÓN V

ESPEJO DE FICCIÓN V


CINE BLU-RAY

WHEN HARRY MET SALLY Cuando Harry encontró a Sally (1989) Del director Rob Reiner quien, un año después, haría la gran obra de suspenso/terror Misery; nos entrega una comedia que podríamos decir que es socialmente incorrecta. Y es que las relaciones entre hombres y mujeres siempre son, por decirlo de alguna forma, complicadas. Por medio de la comedia Reiner nos plantea porque "un hombre y una mujer nunca pueden amigos". Exponiendo la relación de Sally y Harry que pasa del odio absoluto, a la comprensión, a la amistad, a... bueno ya saben, se muestra no sólo el problema de la comunicación sino diversos mitos de ambos sexos que causarán mucha risa a ambas partes. Una película que no envejece y, de hecho, madura con el espectador. Al fin y al cabo, las relaciones siempre tienen los mismos problemas. Vale la pena verla en BluRay, la imagen esta muy bien tratada y no envejece el film. 9/10
SPOILER: La escena por la que esta cinta es famosa es cuando Sally finge un orgasmo en medio de un restaurante para demostrarle a su compañero que tal vez no sea un gran amante. Puedo decir que es una de las más icónicas del cine en los noventas.

CINE INTERNET

WIR SIND DIE NACHT We are the Night (2010) Los vampiros están de moda. Esto significa tanto basura de diamantes chupa animales como películas decentes de verdaderos vampiros. We are the Night cruza entre estas dos aseveraciones. Utilizando la vieja trama "vampireza sexy convierte a una chica perdida para que sea su amante", el filme se convierte en una agradable cinta de acción con una trama que ronda entre la soledad y un lugar donde pertenecer. Andando peligrosamente en la linea del cliché la cinta se salva por las buenas actuaciones y el dinamismo del guión. No es una joya pero tampoco es para olvidarla entre el montón de cintas de este género. Como siempre cualquier película de trama gringa hecha por un extranjero es un producto de más calidad. Revisando la filmografía del director Dennis Gansel creo q pronto les reseñaré alguna otra película de él. Cosas interesantes vienen, o hizo, en el cine alemán. 7.5/10

CINE DVD

RANGO (2011) Una de las cintas que me perdí en el cine gracias al doblaje pero valió la espera. Por la ausencia (inesperada y dolorosa) del impecable trabajo de Pixar, esta cinta parece ser la más propensa a ganar el premio a Mejor Cinta Animada en los Oscares del próximo año. Y es que, a pesar de ser poco estética, tiene una historia sólida, creíble y astuta. Con la extraordinaria y divertida música compuesta por Hans Zimmer (Piratas del Caribe, Inception) Rango muestra que no es necesario ser bello para que la gente simpatice contigo.Realmente son los personajes más feos que he visto, pero tiene sentido, la vida en el desierto es dura. Con múltiples referencias al trabajo en probablemente el cine, guión, personajes; situaciones graciosas (un poco de cinismo y humor negro); y, finalmente, un guión bien trabajado esta cinta sencillamente sorprende. Tengo que aclarar que la trama no sea adecuada para niños o que ellos la vayan a disfrutar, pero puedo asegurar que el adulto promedio se va a divertir, mucho. Como siempre la recomiendo en su idioma original con las voces de Johnny Depp, Alfred Molina, Bill Nighy, entre muchos más. 8.5/10

UNKNOWN El Desconocido (2011) Para mi, ver a Liam Neeson trabajar siempre fue un placer. Pero ultimamente sus actuaciones son, irregulares. El trabajo del actor sube y baja dependiendo de la historia y el director. Excepto por Búsqueda implacable, Liam Neeson no ha mostrado ser un gran "héroe común en búsqueda de justicia". Un ejemplo es esta cinta. El Desconocido sólo resaltará en la memoria de... alguien, por ser un eco de la gran trilogía de Bourne; misma trama, mismo personaje y muchas, muchas incoherencias argumentales. Si algo me quedo claro es que en Berlín no hay señal de teléfono (cuidado cuando vayan para allá), todo lo demás es circunstancial. Se ve que el entrenamiento que tuvo en Batman Begins le sirvió para algo en las, pocas pero efectivas, secuencias de acción. Palomera, para reír un rato 5.5/10