20.11.12

Kdabra Tercera y Temporada Final

KDABRA

(2009-2012)

Tercer Temporada y Final




Si me dieran un peso por cada vez que alguien duda de mi credibilidad (o de mi cordura), se rie de mi o esperan a que les diga "Es una broma" cuando les digo que me gusta Kdabra... tal vez no sería millonaria pero unos buenos billetes si tendría. Y es que los trailers o los pocos minutos que se pueden ver de la serie no inspiran nada de confianza a un público acostumbrado a shows "trabajados" que, aunque sean de fantasia o ciencia ficción, no suenan tan ridículos como esta serie. Excepto Doctor Who, pero explicar esa serie es una proeza.

Y es que el problema de Kdabra radica en un simple pero muy importante aspecto: la dirección de actores. Todos los personajes son interpretados por gente con experiencia por lo que no entiendo como pueden leer de forma tan burda y ridícula un guión que, lo admito, a veces no tiene los diálogos más inteligentes. Si bien Damián AlcázarJoaquín Cosio y, algunas veces, Christopher Von Uckermann salvan la serie de caer en el desastre, los demás actores parecen robots casi todo el tiempo.

Dejando esa parte clara regreso a la pregunta del millón ¿porqué Kdabra es digna de verse y disfrutarse como cualquier otra serie? En vista de que tenía/tengo que defender la serie (o al menos explicar mis razones) hice una lista con dos grandes puntos que explican mi admiración y gusto por este show.

1.- Primera serie latinoamericana de ciencia ficción / fantasia.

Que yo sepa aparte de Aventuras en el Tiempo (telenovela mexicana) esta es la primera serie latinoamericana que se atreve a incursionar en un género que ya de entrada es bastante complicado. Los fans son pocos y exigentes; requiere producciones muy grandes con numerosas locaciones y un sin fin de efectos especiales para su realización; si hacen todo eso mal, la serie cae al precipicio rápidamente. 

En este aspecto Kdabra sale bien librada. Si bien la primera temporada no gozaban de un presupuesto inmenso lograron hacer efectos no tan risibles y sólo los usaban cuando era estrictamente necesario. Ya en su tercer temporada, sabiendo que era la última, lanzaron la casa por la ventana y dieron todo el presupuesto a los efectos especiales. Esto siempre se agradece ya que ayuda a digerir mejor una historia donde la magia, las divinidades y la ciencia convergen de formas peculiares.

2.- Guión.

Lo más complicado al realizar una serie de ciencia ficción/fantasia es tener un universo que se sostenga por si sólo. Tener todos los cabos atados para poder desarrollar a los personajes libremente sin caer en lo fácil o redundante. Nunca se puede estar seguro que tanto del final estaba planeado desde un principio (como se le reclamaba a los escritores de Lost) pero la decisión de mostrar todas las cartas (o no) es lo que define a la trama.

En Kdabra los guionistas mostraron muchos aciertos. El primero fue el uso casi perfecto de los cliffhangers al final de cada episodio. Por muy ridículos que pudieran sonar, atrapaban al espectador con la simple pregunta ¿Y ahora que demonios esta sucediendo? Otro buen punto fue la manera en que, a partir de la segunda temporada, mezclaron lo religioso con lo científico para que el espectador tenga la decisión final ¿Donde se encuentra la verdad, en lo espiritual o en lo científico?

Lamentablemente esta historia a veces era demasiado larga. Muchas situaciones se quedaban de relleno o eran alargadas para llenar los 50 minutos de duración del show. Este es un problema que encuentro constantemente en series latinoamericanas, llega un punto donde no se sabe que más hacer por el capitulo de ese día. Y como las series de 30 minutos son para otro público, hay que forzar la trama un poco para que aguante. 

Apesar de ello el universo construido con el paso de las temporadas estuvo lleno de misterios, vueltas de tuerca, reflexión religiosa, reflexión científica, magia y dilemas morales bastante interesantes. Si bien la primera temporada no tenía un rumbo fijo, en la segunda temporada pasó todo lo que podía pasar en una serie de ficción (las monjas con metralletas fue lo mejor); la tercera temporada cumplió con un cierre, predecible, pero que junta toda la historia y la vuelve completa. 

Con todos sus defectos Kdabra es una serie redonda que finaliza en el momento adecuado cerrando una gran historia que deja ver un gran desarrollo del personaje principal Luca y, aunque a veces tomaban decisiones de la nada, también de los demás. Kdabra fue un largo proceso que, a pesar de muchos tropiezos, fue evolucionando para terminar dignamente como la primera gran serie de ciencia ficción. El camino ya esta trazado, ahora sólo hay que seguirlo.

Kdabra me dejó un sabor de excentricidad y magia, hasta podría decir que celestial. Si pueden darle una oportunidad dejense llevar por la risa y la locura. Y mientras están en ello recuerden esta magnifica frase del final:


Érase una vez un dios que quería ser mago.


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