THE SOCIAL NETWORK
Red Social (2010)
Cuando me enteré de la pre-producción de una película que trataba sobre la creación de facebook me reí. No sólo me parecía un poco estúpido, también me recordó a la educativa e interesante pero sin fines artísticos Pirates of Silicon Valley. Sin embargo, al escuchar el nombre del director, callé. Para quien no esté familiarizado con el nombre David Fincher, forzosamente tiene que haber oido/visto El curioso caso de Benjamin Button, Se7en o a Tyler Duren en El club de la pelea. No hablamos de un novato, sino de un experto en thriller, drama y acción.
Si pensaban que, por ser una película de facebook, sólo tendrían que sentarse a "disfrutar" de la cinta como con su Farmville, están totalmente equivocados. El filme les exigirá atención y les demandará su inteligencia para poder seguirla, algo que ya no se le exige al espectador promedio. Y, esto, se lo debemos a la excelente edición.
La edición de Social Network es lo que la hace una gran película. Trepidante, abalanza un diálogo contra otro; no deja descansar al espectador acelerando el ritmo de cada acción o pensamiento; monta paralelamente escenas que acontecen en tiempos diferentes y las entrelaza para que narren el momento del presente; y, hasta en las pausas narrativas, nos muestra la fuerza y destreza del cuerpo humano (escena de los remos).
La edición mueve a la cinta en un terreno donde la velocidad es lo más importante. Es como si quisieran introducirnos en la mente de este genio, un panal donde miles de abejas trabajan al mismo tiempo. Y, conforme todo se va calmando, la velocidad disminuye para meteremos en la parte humana y conclusiva del personaje.
Curiosamente el personaje principal (Jesse Eisenberg en el papel de Mark, super geek e increíble) pareciera ser al que menos vemos; su presencia pasa inadvertida en ocasiones. Además de que es imposible que nos identifiquemos con tal ser. Sin embargo, nuestra atención la acapara él por una razón: los pensamientos y preocupaciones de los demás personajes giran a su alrededor. Sabemos que Mark existe porque los otros se "preocupan" por él, aunque el sentimiento nunca sea mutuo.
La fotografía, el sonido y la música apoyan y se inclinan ante la presencia de Mark y sólo sirven para expresar el dolor de un personaje que ganó y también lo perdió todo en un corto e ingenuo plazo de tiempo. Sus relaciones son igual de explosivas que sus ideas, como si estuvieramos en la presencia de un Dr. House adolescente de la computación con todo el poder del control sobre las necesidades de los demás, excepto las suyas propias.
Estamos ante una de las películas del año, tanto por narrativa como por edición. No creo que alguien se aburra al verla, tal vez se cansen si no van con el humor adecuado y se les haga muy complicada pero, sólo recuerden: hablan sobre relaciones humanas, los tecnicismos sólo adornan el disfraz del engaño humano. Definitivamente una de las películas que tienen que ver antes de que se termine el año.
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