4.2.14

Shameless

Shameless 



Conozcan a la familia Gallagher, el centro de esta serie; sus vidas, sus errores, sus aciertos los harán reír a carcajadas. Sin embargo toda esta diversión trae una advertencia. Cuando todo termina y los créditos comienzan a salir uno no puede saber a ciencia cierta que era lo que le provocaba risa. Tal vez era la manera en que el padre se drogaba mientras dejaba a sus hijos a cargo de su hija mayor, o la madre bipolar que sólo quiere drogas y dinero, o las relaciones amorosas fallidas de los hermanos, la frustración de no poder realizar su vida plenamente... En definitiva, Shameless no es una comedia cualquiera, es una cruda muestra de realidad con dosis de humor involuntario.

Porque la vida no es sólo para llorar. Se deben encontrar, buscar y atesorar esos momentos donde yace la felicidad. Y eso es lo que buscan incansablemente los personajes. A veces pareciera que no lo van a encontrar, hay momentos en que la tienen en sus manos pero la dejan ir por lo que pareciera ser una adicción a ser miserables. Poco a poco van aprendiendo de sus errores, ¿o será simplemente un espejismo?

Shameless es una series sólida, con personajes inteligentes, diversos y complicados que se enfrentan a situaciones imposibles. Un inteso y competo análisis de la necesidad humana por el otro y la felicidad propia. Si no la están viendo, no sé qué están haciendo. 



Strangers on a trainS04E04

Comenzamos la temporada con unos Gallagher más separados que nunca. No sólo es la adolescencia de Debbie y Carl, el trabajo de Fiona o la ausencia de Ian, simplemente no creen que se necesiten. Han aprendido a manejarse solos desde hace mucho tiempo. Por fortuna, para nosotros y para ellos, esperemos que este distanciamiento termine con esa última escena donde Fiona y Debbie se abrazan en la cama esperando, por fin, "hacer lo correcto".

Y es que este comienzo de invierno no ha sido fácil para los Gallagher. Tal cual familia de clase media reparten el dinero y cada quien se va a su esquina. Los dos personajes que han sabido manejar pobremente su nueva soledad son Lip y Mickey. El primero ya nos muestra lo complicado que es estar en el sistema escolar y, por primera vez, no ser el más inteligente en todos los aspectos. El segundo extrañando un amor perdido, se adjudica misiones imposibles ayudando a su esposa y compañeras prostitutas por una mejor paga. Ambos salen perdiendo. Curiosamente ambos son ayudados por Kev quien, en situación desesperada, busca más dinero para poder mantener a sus (próximamente) cuatro hijos. 

Sobreponerse, admitir que uno se ha equivocado y tratar de no echarlo todo a perder. El final con Lip bien podría servirle a Fiona en su dilema. Alejarse de las adicciones y no caer en el torbellino de siempre. Todo pinta negro para la mayor de los Gallagher que si no se aleja pronto de esa relación bien podría dejarla sin trabajo y sin la relación más estable que ha tenido en mucho tiempo. Lo contrario pasa con Debbie quien tuvo que aprender que no esta lista a seguir el camino de sus cuestionables "amigas". Todo a su tiempo. Al parecer su novio veintiañero fue lo mejor que le pudo pasar.  

El que extrañamente nos quedó a deber fue Frank y su nueva hija. Si bien yo esperaba una tremenda bajeza de su parte pareciera ser que el cáncer (o lo que sea que tenga) lo ha dejado sin fuerzas para aprovecharse (más) de la gente que lo rodea. Su lazo manipulador sigue haciendo de las suyas con Carl (para bien o para mal) pero con su nueva hija ha dejado de funcionar. Tal vez esta nueva Gallagher signifique un nuevo futuro (o una buena muerte) para el personaje, pero lo dudo mucho. Un ser tan retorcido sólo merece vivir más, así de injusta es la vida. 




Extrañamente, la mala saña de todo el capítulo termina con un tinte feliz estilo Gallagher. Quiero decir, sus problemas no se han arreglado y mucho menos desaparecido pero al menos se están reencontrando entre ellos. Están viendo las posibilidades de enmendar sus errores y empezar de nuevo. Tal vez la calma antes de la tormenta, tal vez.

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