Hemos llegado al final. No más Dark Stiles, chaos, pain, Allison o tramas emocionales de tortura. Esto ya terminó y, lamentablemente, no de la mejor manera. Si hay algo por lo que se caracteriza la serie es por sus grandes arcos narrativos y el desarrollo del suspenso. Pueden mantener un asunto andando por 5 capítulos y, a diferencia de The Walking Dead, no es aburrido. El problema es que al final, la gran solución, o en este caso The Divine Move, más que divino resulta ser circunstancial y fácil.
Iniciamos el episodio con lo que ha definido esta etapa tan obscura: caos y muerte. El Nogitsune, con un poco de humor negro, empieza a aniquilar a cualquiera que se cruce en su camino. Por fin veíamos que su maldad no estaba limitada a la manada de Scott, sino que cualquiera es bueno para hacerlo sufrir y matarlo. Mientras tanto Scott, Isacc y Papá Argent lloran a Allison. Lamentablemente no tienen mucho tiempo, deben salvar a Stiles... y al mundo. Principalmente a Stiles. Así qué llegan a la escuela -porque ahí es donde siempre todo debe suceder- y comienza el bajón del episodio.
Salvando los hermosos momentos donde Papá Argent e Isacc comienzan esta hermosa relación padre sustituto/hijo sustituto (Lloren más porque Daniel Sharman no estará la siguiente temporada para sostener este arco argumental), siendo este el único momento donde vemos el dolor de perder a Allison; y el harakiri que Stiles casi se realiza, todo el episodio se resuelve con casualidades. Encierran al Nogistune en una cajita de madera convenientemente puesta; un gemelo muere (¿era realmente necesario?); todos los padres, policías, etc viven; y todos son felices. Para finalizar, cual escena post créditos, Derek tiene un sueño que resulta no ser un sueño para presentar a la nueva villana: la tía de Allison que nadie recuerda y que nadie quería volver a ver... No, gracias.
Es así como termina lo que ha sido la mejor mitad de temporada de Teen Wolf. En total podemos decir que disfrutamos de los tempradas completamente diferentes: una con alucinaciones extrañas que no llevaban a alguna parte y otra con el Nogistune. Lamento mucho el desperdicio en la primera parte pero podemos decir que lo compensaron muy bien. Vimos crecer y madurar a nuestros personajes, tener más control de sus poderes y reforzar su amistad. Nada mal.
Del otro lado tenemos la renovación de cast (asesinando en los últimos minutos todos los que se retiran) y tramas completamente diferentes para la siguiente temporada, ni modo. Pero en fin, ya lo sabíamos y tal vez por eso seguimos viendo esta serie: para ver que se inventan los escritores con algún otro ser mitológico (también para esperar el ansiado Stydia, digo si de OTPs hablamos). Porque si algo saben hacer es arreglar el argumento narrativo a la mitad de temporada para mantenernos enganchados una vez más. Probablemente no contaré los días para su regreso pero, cuando lo haga, seré la persona más feliz (y masoquista, por que esta serie es puro sufrir).
Para estos meses de espera no se olviden de visitar mi tumblr de la serie. Siempre con feelings nuevos y demás tortura emocional. Gracias por leer. La espera ha comenzado.
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